las cosas por las que he pasado?
¿Me verías si ves el lado oscuro
el lado que oculto bajo la puerta del sótano?
¿Me sostendrías dando pasos cautelosos
sobre el frágil suelo cuando encuentre la fuerza
para decirte dónde he estado?
¿Me besarías en la boca que tanto mintió?
A la luz de la vela cuanto amor brilla en tus ojos.
Pero, ¿se apagará la luz si ves mi lado obscuro?
Sólo la verdad me hará libre.
Quiero volar muy alto.
Mis Ángeles me llaman diciendo:
la verdad liberará al amor.
Isha
A veces, las Multiplikhadas --como todo el mundo-- se encuentran ante una pista nuevecita en dónde hacer malabares. Ante sí tienen un nuevo escenario que las deslumbra por su belleza, pero sobre todo, por ser tan desconocido. Y entonces se dan cuenta de que con toda su experiencia malabareando, vienen también las historias obscuras del ayer. Esos errores que, en el pasado, le hicieron perder más de una flamante pelotita, o le rasgaron el colorido uniforme de likra, o de plano hicieron reír al público de tan ridículo cuadro presentado con tanta torpeza.
Cuando, allá hace muchos años, esta Multiplikhada comenzó su carrera de la vida y del circo, no tenía experiencia, y por lo tanto tampoco fracasos en su haber. Tenía un poco de miedo ante lo desconocido, eso sí. Pero su inocencia le hacía sentirse capaz de comerse al mundo de un bocado, le hacía sentirse dueña de la verdad. Todo le parecía fácil de lograr. En un dos por tres se convertiría en la estrella del espectáculo. Ni que fuera tan difícil.
Hoy, es diferente. Hoy conoce sus fortalezas pero también sus debilidades. Sabe en qué erró y en qué acertó. Sabe quién es y quién no es. Conoce sus limitaciones, y también todo su potencial. Tiene más claros sus sueños y sus metas, y los persigue con paso más pausado, pero más firme. El balance es bueno, piensa. Pero esto que ahora es ella, proviene del conjunto de su historia, que incluye por supuesto las sombras. Y entonces le viene a la mente: ¿Si muestro todo lo que soy, seré digna de malabarear, jugar, reír, ser feliz en esta nueva pista? Decide que no hay alternativa. Sólo siendo ella misma con total transparencia, sólo si se para en la verdad, puede recorrer la cuerda floja y seguir avanzando en el circo, con libertad y congruencia. Es justo el recuento de sus actos y sentires lo que la hace ser quien es, y gustarse tanto.
Orgullosa, avanza sobre la arena recién aplanada, limpia y sin un sólo brillito de diamantinas pasadas. Sin titubear ni un segundo, desata la capa dorada que cubre la likra hermosa y gastada por la vida, y empieza su acto de malabarismo, hermoso, no siempre perfecto, pero genuinamente suyo.
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