sábado, 23 de agosto de 2008

¿Por qué somos diferentes?

El día internacional de la mujer
El lunes 8 de marzo, organizaciones civiles en todo el mundo y gobiernos pertenecientes a la Asamblea General de la ONU, celebran el Día Internacional de la Mujer. Su objetivo: llamar la atención sobre la situación –aún desigual– de los derechos y oportunidades de las mujeres en el mundo.

Piénsalo: 73% de los pobres a nivel mundial son mujeres y niños; las mujeres siguen recibiendo menos salario que los hombres por el mismo trabajo realizado; entre la población más pobre, educación y alimento son privilegio de los varones; la violencia intrafamiliar es un grave problema social y se ejerce principalmente en contra de mujeres; en algunos países árabes el voto femenino todavía no es reconocido y sus gobiernos solapan brutales prácticas de violencia de género –como el conocido caso de Amina, de Nigeria, condenada a morir lapidada por tener un hijo fuera de matrimonio-.

Por todo esto, “y a pesar de que existen posturas… conocidas como de la postmodernidad, que proponen que dejemos de luchar por nuestros derechos específicos –porque la ley reconoce la igualdad-, es necesario abordar el 8 de marzo como la única y más importante jornada mundial de reflexión, de lucha y demanda de los derechos pendientes de las mujeres, de la materialización de estos derechos y de la urgencia de informar sobre ellos y conocerlos”, afirma Sara Lovera, de CIMAC,

La paradoja
¿Cómo es pues, en este país, ser mujer?
• Ser mujer hoy es estar en el centro del debate, al tiempo que se está en los márgenes de la realidad.
• Aunque en nuestro país las mujeres y los hombres jóvenes asisten a la escuela casi en la misma proporción, sólo el 34% de la población femenina es económicamente activa (vs. 72% de la población masculina).
• Numéricamente, la mujer es el grupo electoral mayoritario; sin embargo, está representada –hasta el momento- tan sólo por el 22.6 % en la Cámara de Diputados y el 18% en la de Senadores. (Las recientes modificaciones al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), garantizan que este año electoral, las mujeres tendremos –al menos-, un 30% de representación en la Cámara de Diputados.)
• También es ser herederas de una larga trayectoria de mujeres luchando por nuestros derechos (el Primer Congreso Feminista en México se realizó en 1916).
• En el mundo, es ser parte de la minoría más grande y de la mayoría más pobre del planeta.
• Es pertenecer a un grupo social que hoy cuenta con magníficas redes de interrelación y ayuda mutua.
Cifras obtenidas de: CIMAC Noticias e Instituto Nacional de las Mujeres

La conocida feminista Lou Andreas-Salomé, decía que sólo el conocimiento nos puede liberar de las cadenas que nos atan. Hoy en día, tenemos la posibilidad de pensar, reflexionar, leer, escribir, hablar, debatir, opinar, votar, defendernos, solidarizarnos y generar en nosotras y en nuestro entorno una creciente conciencia de género.

Por eso, en este Día Internacional de la Mujer, hazte el firme propósito de pensar en lo que para tí es ser mujer y compartirlo con alguien más. Tu reflexión bien puede ser la gota que derrame el vaso de la pasividad del otro, bien puede cambiar su vida, y la de muchas mujeres, para bien.

De lo igual y lo desigual
Existe un acalorado debate, que data del siglo XIX, sobre la noción de igualdad o desigualdad entre hombres y mujeres. El movimiento feminista inicial luchaba por la igualdad de los sexos, como su bastión principal. No obstante, corrientes posteriores cuestionaron tal noción de igualdad y reconocieron una dimensión de diferencia positiva en la que reconocían algunas características de la mujer como atributos femeninos valiosos. Ellas acuñaron la frase de equidad desde la diferencia.

A este respecto, Diane Hales hace una analogía con las demás especies del reino animal que me parece interesante:

“En ninguna otra especie existe el estereotipo de “hembra” –dócil, torpe y totalmente dependiente. Si alguna vez existió, la evolución … la eliminó hace mucho tiempo. Las hembras que emergen, se sumergen o andan por el planeta hoy en dìa, son sobrevivientes –robustas y adaptables, fuertes y capaces. Si no fueran así, ya no estarían aquí. Ni nosotras tampoco… No obstante, en todas las especies, la hembra es distinta del macho. Nosotros no somos la excepción. Esta realidad biológica no es una maldición ni una bendición…”

Aun cuando la reflexión de Hales se refiere a la dimensión biológica que llamamos “sexo” y no a la construcción social denominada “género”, nos permite ver con claridad que, independientemente de la corriente a la que pertenezcan, las feministas luchan por la equidad de género y por el reconocimiento de que ni hombres ni mujeres son superiores con respecto al otro; por tanto, ambos tienen derecho a la igualdad de oportunidades, en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Para leer más:
Comunicación e Información de la Mujer, A.C. (Servicio informativo CIMAC), www.cimacnoticias.com
Página web del Instituto Nacional de las Mujeres, http://www.inmujeres.gob.mx/
Hales, Dianne, Just like a woman. How gender science is redefining what makes us female, Bantam Books, New York: 2000.

Este artículo fue publicado en Milenio Diario, el 2 marzo de 2004.

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