miércoles, 15 de diciembre de 2010

Bendición de flores

Ayer salí a correr. En el camino me tocaron paisajes muy hermosos: el volcán fumando con paciencia al lado de su amada, la Mujer Dormida; los jardines de revista por todo el camino; el Tepozteco con su majestuosidad de piedra milenaria, y ¡el techo de una casa convertido en campo de flores!

Siempre me ha conmovido la belleza. Recuerdo, desde niña, pasarme largos instantes conteniendo la respiración con la vista en el cielo plagado de estrellas; mirar embelesada la luna; desear con todas mis fuerzas que mi mamá detuviera el auto en cada sembradío repleto de tipis de paja; observar con deleite las nubes como de algodón desde la ventanilla de un avión; rehusarme a comer una galleta decorada; perderme minutos enteros frente a un cuadro impresionista... Pero ayer, sentí un golpe en el corazón, una pausa en el aliento y un nudo en la garganta cuando vi este ballet de flores anaranjadas sobre el techo de una casa incauta. Me dio la impresión de estar frente a un milagro, frente a un hogar bendecido por la vida, frente a una de las cosas más bellas que he visto.

Pensé en todas las veces que he tratado de sembrar flores sin éxito, en todas las plantitas que se me han marchitado en casa, y me inundó lo poderoso de la fuerza de la vida. Seguro hay algo que hago muy mal para que mis plantas no se den, porque ante esta bellísima imágen me quedó claro que la vida forece con el mínimo pretexto.

Mientras miraba con asombro ese ramo de flores transgresoras, escuché una vocecita en mi interior: El amor es para mi, como el agua es a la vida: un poco basta para hacerla florecer.

Sólo hay una cosa que agradezco de que no sea mi casa la que fue bendecida con esa lluvia de flores: no seré yo quien tenga que mandar impermeabilizar ese hermosísimo techo en esta época de secas.... :(

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Lilyan,siempre es un gusto leerte y en esta vivencia que nos relatas,entregas esa esencia bonita de tu vida que invita al lector a renovarse en amor y paz.
Un abrazo desde Venezuela
Maigua